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miércoles, 12 de diciembre de 2012
domingo, 9 de diciembre de 2012
Tp matématica :ángulos y fotografía. Con Ludmila Orue
1-Realizar fotos de objetos que en sus formas encontremos :
-ángulo agudo-obtuso
-llano
-recto
-abyacentes
-opuestos por el vértice
2- Construir con objetos o con nuestro cuerpo diferentes tipos de ángulos y realizar 6 fotografías de estas.
Ángulo agudo.Foto hecha en villa pueyrredon |
Ángulo llano. Foto hecha en villa pueyrredon |
Ángulos adyacentes. Foto hecha en villa pueyrredon |
Angulo recto.Foto hecha en villa pueyrredon |
Ángulo agudo.Foto hecha en villa pueyrredon |
angulos opuestos por el vertice .Foto hecha en villa pueyrredon |
ángulo obtuso.Foto hecha en villa pueyrredon |
Ángulo llanoFoto hecha en villa pueyrredon |
Ángulo obtuso.Foto hecha en villa pueyrredon |
Ángulo recto.Foto hecha en villa pueyrredon |
ángulos adyacentes . Foto hecha en villa pueyrredon |
viernes, 7 de diciembre de 2012
Cuento que escribió mi papá para el diario "Desde Boedo".
El pibe Daniel y el vuelo de la esperanza
Luego llegaron las transmisiones de radio, las claves de Alumni, la Spica y la televisión. Pero hubo un tiempo en que, cuando El Ciclón jugaba de visitante, se imponía la angustia de enterarse de la buena o mala nueva, horas después, reflejada en la cara de los viajeros al regreso. Marcelo Javier Pizarro nos cuenta en este delicioso y austero relato la historia del ingenio del pibe Daniel para ponerle alas al tiempo de la espera.
Daniel Dolce cargaba su canasta con palomas, acompañando al equipo de San Lorenzo cuando jugaba de visitante.
A principios de los años 20, aún no existían las transmisiones radiales (1) y el vecindario del barrio esperaba ansioso el resultado que el pibe Daniel enviaría con sus palomas mensajeras al finalizar el primer tiempo y luego de concluir el encuentro.
Dentro del campo de juego del mítico estadio de la avenida La Plata (2), se reunía buena parte de aquellas familias que compartían amarguras y durezas cotidianas.
Ese día que el equipo no jugaba en casa, la ansiedad y los nervios crecían hasta producir un enrarecido clima de esperanza y zozobra colectiva.
Daniel vivía en la calle Santander en la casa de su abuelo Paolo con sus padres, hermanos, hermanas, tíos y primos en una típica casa del tipo “chorizo”. Eran más de una docena de almas azulgranas que el domingo después del mediodía cerraban su vida a todo aquello que no estuviera relacionado con la epopeya del club de sus amores.
A veces las palomas regresaban con resultados ingratos, caídas inesperadas y de las otras.
Entonces el piberío puteaba educadamente, los hombres mudos alzaban los hombros y se retiraban junto a mujeres que retorcían el extremo de sus delantales de cocina.
Volvían a las casas. A la noche no cocinaban y el barrio era una sombra.
Sus hermanas María y Haydée no soportaron las dolorosas determinaciones sanlorencistas y cansadas del ayuno que la derrota imponía, se hicieron de Boca.
Daniel Dolce nació el 11 de marzo de 1907, recorrió mundos y mujeres y murió a los noventa y seis años.
Elegante y educado, al final de su partido recordaba feliz que terminaba el primer tiempo, ataba el resultado a la pata, soltaba la paloma y allá regresaba, al corazón de Boedo.
Marcelo Javier Pizarro
mjavier_pizarro@yahoo.com.ar
Notas:
1. El primer partido que se relató completo fue Sportivo Barracas contra Estudiantil Porteño, en 1927. Lo relató Tito Martínez Delbox.
2. El 10 de mayo de 1916 se inauguraba el estadio en avenida La Plata con el partido San Lorenzo vs. Estudiantes de la Plata (2-1).
Luego llegaron las transmisiones de radio, las claves de Alumni, la Spica y la televisión. Pero hubo un tiempo en que, cuando El Ciclón jugaba de visitante, se imponía la angustia de enterarse de la buena o mala nueva, horas después, reflejada en la cara de los viajeros al regreso. Marcelo Javier Pizarro nos cuenta en este delicioso y austero relato la historia del ingenio del pibe Daniel para ponerle alas al tiempo de la espera.
Daniel Dolce cargaba su canasta con palomas, acompañando al equipo de San Lorenzo cuando jugaba de visitante.
A principios de los años 20, aún no existían las transmisiones radiales (1) y el vecindario del barrio esperaba ansioso el resultado que el pibe Daniel enviaría con sus palomas mensajeras al finalizar el primer tiempo y luego de concluir el encuentro.
Dentro del campo de juego del mítico estadio de la avenida La Plata (2), se reunía buena parte de aquellas familias que compartían amarguras y durezas cotidianas.
Ese día que el equipo no jugaba en casa, la ansiedad y los nervios crecían hasta producir un enrarecido clima de esperanza y zozobra colectiva.
Daniel vivía en la calle Santander en la casa de su abuelo Paolo con sus padres, hermanos, hermanas, tíos y primos en una típica casa del tipo “chorizo”. Eran más de una docena de almas azulgranas que el domingo después del mediodía cerraban su vida a todo aquello que no estuviera relacionado con la epopeya del club de sus amores.
A veces las palomas regresaban con resultados ingratos, caídas inesperadas y de las otras.
Entonces el piberío puteaba educadamente, los hombres mudos alzaban los hombros y se retiraban junto a mujeres que retorcían el extremo de sus delantales de cocina.
Volvían a las casas. A la noche no cocinaban y el barrio era una sombra.
Sus hermanas María y Haydée no soportaron las dolorosas determinaciones sanlorencistas y cansadas del ayuno que la derrota imponía, se hicieron de Boca.
Daniel Dolce nació el 11 de marzo de 1907, recorrió mundos y mujeres y murió a los noventa y seis años.
Elegante y educado, al final de su partido recordaba feliz que terminaba el primer tiempo, ataba el resultado a la pata, soltaba la paloma y allá regresaba, al corazón de Boedo.
Marcelo Javier Pizarro
mjavier_pizarro@yahoo.com.ar
Notas:
1. El primer partido que se relató completo fue Sportivo Barracas contra Estudiantil Porteño, en 1927. Lo relató Tito Martínez Delbox.
2. El 10 de mayo de 1916 se inauguraba el estadio en avenida La Plata con el partido San Lorenzo vs. Estudiantes de la Plata (2-1).
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